Aunque no hay alimentación comparable a la de la leche materna para un bebé, en muchas ocasiones este tipo de alimentación es imposible o simplemente decidimos iniciar la alimentación con leche de fórmula. Entonces aparecen preguntas como ¿Qué cantidad de leche debe tomar un bebé? ¿Qué agua debo utilizar? ¿Qué leche es la adecuada?
Trataremos de dar respuesta a estas preguntas a lo largo de este artículo, pero es interesante que antes tengas claros un par de conceptos. Por ejemplo, el mejor momento para iniciar al bebé en la leche artificial. Y es que si comenzaste a amamantarlo con el pecho, es mejor que esperes hasta la cuarta semana de edad del bebé, para comenzar con la leche de fórmula, de forma que te asegures de que continuarás produciendo leche.
También es importante que tengas muy presente que, cuando decidas dar el paso, los momentos con tu bebé a la hora de tomar el biberón deberás seguir unas rutinas y comportamientos muy similares a cuando le das el pecho, asegurándote de que la misma tranquilidad, cercanía y palabras de cariño están presentes. Si necesitas más consejos sobre esto, no dudes en consultar nuestro artículo Mi bebé no quiere el biberón ¿por qué y qué hago?.
Ya sea por problemas (dolor en los pechos, grietas en los pezones o mastitis) o por una respetabilísima decisión propia, muchas veces nos encontramos ante esta pregunta: ¿Qué leche de iniciación es la mejor para mi bebé? Evidentemente, si el cambio surge antes de los 12 meses de vida del bebé, deberemos optar siempre por la leche de iniciación y no la de continuación.
A la hora de elegir entre estas leches de iniciación deberás fijarte en algunas características básicas:
Que sea le leche para lactantes. Ya que se trata de una fórmula mejor adaptada a las necesidades nutricionales de un bebé de esas edades, y que le ayudará a tener un crecimiento y desarrollos óptimos, ya que busca todas las similitudes posibles con la leche materna.
Que contenga sustancias digestivas. es importante que la leche que elijas que escojas contenga ingredientes que ayudan a mejorar su tolerancia, y si puede ser que sean astringentes. Suelen estar muy recomendadas las que incluyen la combinación de lactosa con dextrinomaltosa y el ß-palmitato.
También es interesante que sepas que podrás elegir leches listas para servir (son más costosas pero mucho más cómodas), o leches en polvo (algo más engorrosas pero mucho más económicas.
En el caso de que te decidas por las leches de iniciación en polvo, deberás decantarte también por el tipo de agua con la que la preparas. En general no es necesario optar por aguas embotelladas, a no ser que vivas en una zona en la que el agua del grifo tenga algún problema para su consumo.
El único asunto que debes tener en cuenta es el aporte de flúor a partir de los seis meses de edad del niño, ya que en estas edades los niños comienzan a necesitar un aporte de este elemento que a veces las leches de fórmula no proporcionan. Consultar con tu pediatra en estos casos es la mejor opción.
El estómago de los bebés recién nacidos puede contener una cantidad de alimento ínfima, pero poco a poco su pequeño estómago irá cogiendo tamaño y necesitará que las cantidades de alimento (de leche en este caso ) estén bien adaptadas a su momento de crecimiento.
Aquí te dejamos unas aproximación a las cantidades que debe ingerir tu bebé dependiendo los meses que tenga, y el número de tomas que debes darle a lo largo del día.
Todo esto no deja de ser una aproximación, por lo que deberás estar atenta a las condiciones propias y únicas de tu bebé, y por supuesto a las indicaciones de tu pediatra.
Para empezar con buen pie la lactancia con biberón es buena idea que tengas en cuenta algunos consejos. Si tienes estas cosas en cuenta, seguro que el proceso será mucho más fácil tanto para ti como para el bebé: