El paso del pecho al biberón rara vez es un proceso sencillo. En la mayor parte de las ocasiones los bebés rechazan en un primer momento esa forma y texturas diferentes y, sobre todo, un sabor al que no están acostumbrados. Y muchas de vosotras os preguntáis al comprobar que no quiere el biberón: ¿por qué y qué hago?
En este artículo vamos a tratar de ayudaros en este proceso, pero antes de aportaros algunos útiles consejos creemos conveniente tratar de entender las causas que pueden estar provocando que tu bebé rechace el biberón durante más tiempo de lo normal.
Las causas del rechazo
Aunque las causas en ocasiones son difíciles de encontrar, aquí te damos algunas de las más habituales para que puedas valorar si alguna de ellas se adapta al caso de tu bebé. Es importante que tengamos una idea aproximada de lo que está provocando el rechazo, ya que de esa forma podremos actuar de forma directa a la hora de solucionar el problema.
- El bebé no quieres sustitutos: esto sucede con los bebés que están especialmente apegados a la lactancia materna y que una vez que notan que tanto la leche como el tacto de “lo que se la entrega” han cambiado, lo rechazan. Para este problema las soluciones pueden ser más drásticas como cambiar el sujeto que lo alimente, o más armónicas, buscando la forma de que el biberón les resulte más cercano a lo que conocían.
- Rechazo frontal al biberón: esta situación puede darse más probablemente ante un cambio de tetina, o simplemente rechazan cualquier modelo que pruebes desde un principio. Ante este problema la solución más obvia es probar modelos más adaptados a simular el pecho materno (como aquellos que emulan el pezón con tetinas fabricadas con silicona) o, por ejemplo, buscar los momentos de mayor somnolencia del bebé para conseguir que poco a poco se acostumbre en el duerme-vela.
- La leche que utilizas no le gusta: el cambio de la lactancia materna al uso del biberón puede ser demasiado radical si comienzas a utilizar también leche artificial. Puede que la mejor forma de suavizar el cambio es que durante algún tiempo utilices un sacaleches para que el bebé se acostumbre al cambio del biberón sin renunciar al sabor al que está acostumbrado.
¿Qué puedo hacer? Consejos generales
A continuación te ofrecemos algunas recomendaciones útiles en general para conseguir que el bebé acepte sin demasiado problema la alimentación con biberón. Algunos de estos consejos irán orientados específicamente a las causas más comunes, las que explicamos en el apartado superior, pero siempre debes tener en cuenta que cada bebé (y sobre todo cada relación y apego del bebé con el pecho de su madre) es un caso diferente, y algunos de los consejos y trucos serán más útiles con unos bebés que con otros.
- Un ambiente tranquilo: es muy importante tratar de evitar el estrés para el bebé, pues el cambio en su forma de alimentación ya supondrá que el pequeño sea proclive a sobreexcitarse. Buscar un ambiente lo más libre de distracciones y, al menos hasta que coja el biberón, procurando evitar las interrupciones, sería lo más recomendable.
Con todo, es posible que descubras algún reclamo que fije la atención de tu hijo y facilite el hecho de que succione mientras está pendiente de esa “apasionante distracción”, así que como tantas cosas en la vida, es cuestión de prueba y error.
- Planificar el momento adecuado: para introducir el biberón a un bebé no debe esperarse demasiado, pero tampoco conviene hacerlo antes del primer mes de vida. Por supuesto, es bueno que nos reservemos un tiempo para intercalar la lactancia materna con el biberón, de forma que el proceso sea menos traumático y radical. Hacerlo en el momento adecuado incrementará considerablemente las probabilidades de éxito, y ese momento es algo que cada uno debe encontrar dadas sus circunstancias.
- Mantener la calma: aunque este consejo pueda parecer de Perogrullo, es conveniente que lo tengamos muy en cuenta. Debemos ser bien conscientes de que el proceso llevará su tiempo, y debemos ir cargadas de paciencia. En muchas ocasiones el rechazo, el propio llanto del bebé, o lo dilatada de la situación puede provocar que perdamos la calma. Es muy importante que nuestro bebé no note esto, pues irá en contra de nuestro propósito.
- La cercanía es clave: en el caso de muchos bebés la utilización de un biberón resulta complicada por la aparición de nuevos olores, sabores y texturas, lo que se traduce en una sensación de alejamiento del seno materno. Para mitigar esto es muy útil que cuidemos especialmente la forma de abrazarlo durante el proceso, e incluso que envolvamos al bebé en una prenda con nuestro olor para que note esa cercanía.
- El biberón correcto: antes de comenzar asegúrate de adquirir el biberón correcto para la edad de tu bebé. Sería también aconsejable que te fijes en que la tetina sea suave y lo más similar al tacto de la piel para conseguir que la acepte tan pronto como sea posible. Si quieres toda la información que necesitas para elegir tu biberón sin complicaciones, puedes consultar nuestra guía.
Otros consejos y trucos
Si has probado todos los consejos generales pero no consigues que tu bebé acepte el biberón puedes pasar a probar alguno de estos consejos y trucos que van orientados a complicaciones menos habituales.
- Una cuestión de postura: en ocasiones, sin darnos cuenta, adoptamos posturas poco cómodas para el bebé a la hora de ofrecerle el biberón. Esto seguro que complica su aceptación, por lo que te aconsejamos que te replantees tu forma de colocarle. Si no usas cojín de lactancia es posible que esto te ayude. Consulta la guía que publicamos hace poco y que puede ayudar a elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
- Cambiar de persona: aunque parezca contradictorio, a algunos bebés que tienen fuertemente asociada la alimentación con su madre y no aceptan los cambios en esa relación, les viene bien que la situación cambie por completo y sea su padre u otra persona del a familia quien pase a ofrecerle el biberón. No dudes en probarlo, a veces funciona de una forma casi mágica.
- La leche, un punto crítico: sabemos que el cambio de la leche materna a la preparada es difícil y por eso aconsejamos que las primeras tomas en biberón sean con la propia leche materna. Aún así, en muchas ocasiones la leche que seleccionamos no es del agrado d nuestro bebé, por lo que no debemos dudar en probar nuevas recetas para ver si se adaptan mejor a su paladar. De igual forma es muy aconsejable comprobar si la temperatura de la leche (incluso de la tetina) es agradable para nuestro pequeño en el momento de la toma.