Si hay un problema que comparte la mayor parte de los padres primerizos (y no tan primerizos) durante los primeros meses de vida de sus hijos es el de los problemas a la hora de conseguir que duerman bien. Por eso tenemos algunos consejos para contestar a la sempiterna pregunta: cómo hacer que mi bebe duerma toda la noche.
Existen numerosas páginas con trucos para dormir a bebes, pero es más conveniente comprender aquello que provoca una falta de constancia en el sueño del bebé antes de plantearnos tomar medidas para solucionarlo.
Lo primero que hay que entender es que durante los primeros meses de vida las necesidades alimenticias del bebé hacen imposible que este duerma demasiadas horas del tirón. Aún así, sus necesidades de sueño son bastante elevadas por lo que tenderá a dormir en espacios cortos (con respecto a lo que nosotros esperamos) durante el día y durante la noche.
Durante sus primeros meses de vida, no es mala idea que el bebé duerma en la misma habitación que tú, pero eso sí, en su propia cuna o moisés. No es en absoluto aconsejable que un bebé menor de un año duerma con adultos. No sólo porque una campa pensada para adultos no es un lugar seguro para un bebé, si no que puede suceder un accidente durante los movimientos nocturnos de los adultos.
Aún sí, si dispone de su propia (y segura) cuna, la cercanía de los padres y el sonido de su respiración ayudará al pequeño a sentirse protegido y seguro, lo que facilitará su sueño.
Una vez que el bebé alcanza un número de meses suficientes como para dormir durante algunas horas sin necesidad de comer, es el momento de aplicar los siguientes consejos sin tardar. Recordemos que de lo que se trata es de enseñar a dormir a nuestro bebé, y cualquier mal hábito puede ser complicado de corregir.
Estas pequeñas rutinas harán que él sólo asocie esas actividades con la cercanía del descanso y, de forma natural, se irá preparando para él. Realizar estas actividades aproximadamente a las mismas horas es fundamental al principio si queremos que esto funcione.
Es por esto que es vital durante las primeras semanas encontrar el horario más adecuado, en el que tu bebé comienza a estar somnoliento, para comenzar con las rutinas de antes de ir a la cama. No es fundamental que lo esté, pero si es prioritario evitar llevarlo dormido a su cuna ó cama.
A la hora de aplicar estos consejos, que sin duda servirán para que el bebé aprenda a dormir, debes tener en cuenta que esto llevará su tiempo. Es importante que no desesperes ya que tu paciencia y –sobre todo- tu constancia, serán tus mejores amigas en el proceso de conseguir que tu bebé duerma como un ángel.
Es de lo más habitual que durante las primeras semanas intentando que nuestro bebé duerma sólo, en alguna ocasión se despierte en mitad de la noche y nos llame de la única forma que conoce: llorando. Es fácil que sintamos el impulso de ir corriendo y rescatarlo de la cuna en nuestros brazos, o como hacen otros padres, que decidamos dejarle llorando durante tiempo indefinido hasta que se canse y se duerma.
Tanto para evitar que el bebé haga relación causa-efecto entre su llanto y nuestra atención desmedida, como para evitar problemas de apego emocional lo mejor es adoptar un justo término medio que nos facilitará la labor a nosotros y él.
Cuando el niño rompe a llorar, es conveniente comprobar si es un llanto de dolor, si es su hora de comer, o si su pañal huele como si debiera ser cambiado (esto también puede provocar su llanto). Si nada de esto sucede, nuestro bebé está pidiendo nuestra atención, por lo que lo mejor es acudir, dedicarlo unas palabras de calma en voz baja y sin encender luces, y volver a retirarnos sin tardar mucho. Repetiremos esta operación dejando cada vez intervalos más largos y nuestro hijo sabrá que no está sólo y acabará por calmarse y dormir plácidamente.