La relación entre hermanos no es comparable con otra. Es especial y difícil de definir. Sin embargo, a veces surgen problemas que pueden repercutir en su personalidad, su estado de ánimo y su relación con las demás personas en el presente y en el futuro.
Sin duda, uno de los problemas más comunes es la aparición de celos, sobre todo del hermano mayor hacia el pequeño, aunque puede ocurrir al revés.
Pero, a pesar de lo que mucha gente piensa, sentir celos entre hermanos es una respuesta natural, ya que es la primera vez que se enfrentan a la situación de tener que compartir algo que tenían por derecho y puede ser complicado de gestionar, sobre todo si no son lo suficientemente mayores como para entenderlo y comprenderlo.
Por ese motivo, el objetivo de este artículo es comprender qué significan los celos y ayudarte a afrontarlos de la mejor manera posible.
Son comportamientos inadecuados que se realizan de manera inconsciente debido a que los niños sienten el miedo a ser abandonados por sus figuras de apego y buscan llamar la atención o recuperar la posición que tenían antes de que su hermano apareciera.
Y los padres o personas responsables del cuidado de los niños, ante esta nueva e incómoda situación, se sienten obligados a reaccionar y quieren eliminarlos a toda costa. Pero, aunque no puedan evitarlos, sí pueden actuar para reducir los efectos adversos que pueden originar.
Un aspecto a tener en cuenta a la hora de entender los celos es que cada niño reacciona de una forma distinta dependiendo de diferentes aspectos:
Si no se actúa correctamente, los celos pueden aumentar originando consecuencias a corto y largo plazo entre los hermanos y afectando negativamente al ambiente familiar.
Por este motivo, es vital estar atentos y detectar las señales que mandan los niños y actuar en el momento y de la manera idónea.
Algunos de los síntomas que se manifiestan en las conductas de los hermanos con celos son:
No hay un método científico que asegure cómo afrontarlos de manera exitosa, ya que cada niño es distinto, igual que el entorno en el que se encuentra.
Pero hay aspectos a tener en cuenta para una correcta gestión de los celos entre hermanos y evitar, en la medida de lo posible, las consecuencias más graves:
Una buena gestión de los celos y proporcionar acompañamiento a los niños no solo mejorará su relación y el ambiente familiar, sino que el aprendizaje les servirá para el resto de sus vidas.
Por este motivo, el papel que desempeñan las personas encargadas del cuidado de los niños es fundamental. Es su responsabilidad trabajar su actitud frente a momentos complicados y saber reconocer lo que están sintiendo y cómo pueden actuar utilizando el sentido común y no dejándose llevar por sus emociones.
Y si, a pesar del esfuerzo, los celos no desaparecen y se vuelven excesivos es recomendable consultar a un psicólogo infantil y así poder reconducir la situación a tiempo.
La llegada de un nuevo miembro cambia la dinámica familiar. Es inevitable, ya que los celos son la respuesta natural de un niño acostumbrado a recibir una mayor atención. Ante esta situación, lo mejor es valorar los efectos que se originan y evitar que sobrepasen un nivel de intensidad perjudicial.
Por tanto, la herramienta más eficaz para tratar los celos es la toma de conciencia que hacen los responsables del cuidado de los niños y aceptar la necesidad de adaptarse a la situación. Estos, sin duda, son la clave para ayudar a que empiece con buen pie la relación entre hermanos.