Vivimos en un mundo donde todo avanza a gran velocidad. Los avances tecnológicos han supuesto una mejora de la productividad, pero una reducción del ejercicio físico. Este aspecto es fundamental, ya que practicar algún deporte regularmente es vital para mantenerse bien tanto física como mentalmente, sobre todo para los niños, puesto que están en la etapa de desarrollo.
No tener una buena salud física y mental puede generar consecuencias graves en el presente y en el futuro de los pequeños de la casa como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial o estrés, entre otras. Por ese motivo, en este artículo se explican con detalle los beneficios del deporte en los niños y la estrategia a seguir para conseguir que tengan un desarrollo equilibrado.
Inculcar la práctica de algún deporte de forma regular desde pequeños aporta grandes beneficios a corto, medio y largo plazo. Se trata de una gran alternativa de ocio a todas las actividades que originan el sedentarismo y la pasividad como los videojuegos, los smartphones y la televisión.
Son múltiples los beneficios que proporciona el deporte en la infancia y la adolescencia:
Antes de iniciar cualquier deporte u otra actividad que suponga un esfuerzo físico o mental es recomendable realizar un examen médico para evaluar la condición del niño.
El tiempo destinado a practicar un deporte debe ir en función de las características de cada niño y del deporte que realice, ya que los requerimientos de cada uno varían mucho de uno u otro.
Independientemente del tiempo dedicado a la práctica del deporte, ir incrementando la duración y la intensidad puede aportar beneficios para la salud, siempre dentro de unos límites lógicos.
En función de la edad, hay deportes o actividades más aconsejables para que los niños se desarrollen correctamente:
Niños pequeños: deportes aeróbicos que mezclen la diversión con el desarrollo de la coordinación, la psicomotricidad, la elasticidad y el equilibrio, y que realicen ejercicios que potencien el sentido del ritmo y el espacio.
Niños preadolescentes: deportes de competición que estimulen la disciplina, el esfuerzo y la competitividad y contribuyan a mejorar las cualidades físicas (resistencia, fuerza y flexibilidad) y mentales. Es el período idóneo para aprender la técnica del deporte realizado.
Adolescentes: deportes que ayuden a seguir potenciando las capacidades de los niños preadolescentes y empiecen a conocerse más a sí mismos generando una mayor compresión de su cuerpo y de sus límites. Es la etapa en la cual el deporte se vuelve más especializado y se debe aumentar el entrenamiento de la técnica. También se aumenta el tiempo y la intensidad.
Por tanto, debido al gran número de deportes y modalidades que existen, elegir el más apropiado para un niño es una tarea complicada. Sin embargo, lo aconsejable es entender las características y necesidades de cada niño y valorar qué deporte le ayudaría más a desarrollarse de forma equilibrada tanto física como mentalmente.
Motivar a los niños a que practiquen deporte desde una temprana edad es responsabilidad de los padres. Pero, sin lugar a dudas, es el niño el que tiene que decidir qué deporte elegir y no imponerle uno. De lo contrario los beneficios pueden convertirse en inconvenientes.
Lo que más importa es que se desarrollen en equilibrio y generen la curiosidad y la energía para practicar algún deporte y compartir la experiencia con otras personas.
Y las personas encargadas del cuidado del niño tienen la obligación de intentar que aproveche la experiencia lo mejor posible, a pesar del esfuerzo que suponga.
El actual ritmo de vida y los avances tecnológicos están suponiendo cambios en nuestro día a día y dificulta encontrar tiempo para practicar deporte y alcanzar un buen estado de forma. Y los niños no están exentos, al contrario, son los que más lo necesitan y se benefician de la práctica de deporte, tanto a nivel físico como mental.
Pero, para sacarle el máximo partido a esta actividad y evitar sustos en forma de lesiones o dolores, es vital empezar de manera sencilla e ir aumentando la intensidad conforme van creciendo y combinarlo con una alimentación equilibrada y saludable.